Buki Burbujas es el proyecto Samuel, un niño que a sus 8 años con un gran espíritu emprendedor e ingenio, decidió iniciar su propio negocio en plena pandemia.

Samuel entendió la importancia del lavado de manos en los niños como él, rutina que ayuda a prevenir una de las principales causas de hospitalización infantil dentro de las llamadas “enfermedades evitables” que son causadas por la falta de higiene. Inspirado por esta realidad, Samuel vio una gran oportunidad en ayudar a los niños en crear hábitos saludables mediante el lavado de manos, y así “salvar vidas” como le gusta decir constantemente.

Mediante la experimentación guiada por sus padres y su curiosidad natural, Samuel comenzó a explorar con jabones artesanales, descubriendo que muchos de ellos podían llevar flores o trozos de plantas, de ahí surgió la idea de usar juguetes en el interior de los jabones para recompensar el lavado de manos.

Los jabones Buki Burbujas son hechos con glicerina, que al ser un producto de origen vegetal, es amigable con el medio ambiente, además de tener propiedades humectantes, hidratantes, antibacterianas e hipoalergénicas, lo que lo convierte en un producto especial para la piel delicada de los niños y niñas de cualquier edad.

Los jabones Bukiburbujas cuentan con el Registro Sanitario de INVIMA.